El constipado del Sol Ilustraciones: Elena Fernández Formato: 25,5x22 Encuadernación: Tapa dura Isbn:9788492964413 Páginas: 40 idioma: Castellano Año de edición: 2012 Precio: 13.50€ |
Sipnosis:
Un día el sol se constipó.
No se sabe muy bien por qué, pero hay quien dice que algunas noches se queda observando a la luna detrás de las montañas y, claro, las montañas ahora, en invierno, están nevadas, y entre la nieve hace mucho, mucho frío. Sea como sea, lo que es cierto es que el sol se constipó, y eso era la primera vez que pasaba, ni los más viejos del lugar recordaban un hecho semejante.
La poetisa avilesina Esperanza Medina dicen que cuenta cuentos. De la mano de la editorial Pintar Pintar acaba de publicar «El constipado del Sol», un relato infantil con tono de poema. Esperanza Medina, escritora y columnista de LA NUEVA ESPAÑA. Medina es autora de varias colecciones de poemas, entre ellas, «Epanadiplosis» (Trabe) o «Armadura de azúcar» (Dolmen). Y en una reciente entrevista señalaba que : «Quiero combinar la poesía y los cuentos, siempre lo he hecho. Me recuerdo siempre contando cuentos: escribiéndolos o inventándolos», confiesa.
El objetivo de Pintar Pintar editorial es seguir sacando nuevos títulos en ambos formatos y, poco a poco, ir transformando en App los títulos de fondo editorial que ya existen en papel. De hecho, ya están trabajando sobre Daniela, de Ana Tortosa y Ester Sánchez.
Y como seguro que os ha surgido la curiosidad por saber como discurre la historia os dejo algunos fragmentos del mismo:
Un día el sol se constipó.
No se sabe muy bien por qué, pero hay quien dice que algunas noches se queda observando a la luna detrás de las montañas y, claro, las montañas ahora, en invierno, están nevadas, y entre la nieve hace mucho, mucho frío. Sea como sea, lo que es cierto es que el sol se constipó, y eso era la primera vez que pasaba, ni los más viejos del lugar recordaban un hecho semejante.
Así pasó una mañana, en un lugar no se sabe dónde, que el sol empezó a estornudar y de su boca salieron unas inmensas e invisibles olas de calor. Fue imposible pararlas o esquivarlas, lo que provocó terribles desastres por todas partes: a las ovejas se les chamuscaba la lana, las hierbas se secaban, los animales no tenían que comer, y a las vacas se les calentaba tanto la leche ¡que se podía tomar directamente con el café y las galletas!
¿Qué hacer ahora para curar el constipado del sol y parar todos estos desastres? El doctor propuso una solución en forma de jarabe, pero ¿cómo hacer para que el sol bajara a tomarlo? Eso sería imposible, sin duda.
Fue entonces cuando varios animales se ofrecieron para hacer llegar el jarabe milagroso hasta el mismísimo sol. Y así lo intentaron el imponente y majestuoso águila volando hasta él. También, el burro propuso unir los juncos del estanque hasta llegar al astro rey. Pero todos los intentos fracasaron, demasiado calor para aguantar tan cerca de él y darle la medicina...
Y cuando ya parecía una tarea imposible, el animalillo menos pensado encontró la solución: si los rayos del sol hacen que los líquidos se evaporen y suban hacia arriba, qué pasará si echamos el jarabe en el estanque?...
0 comentarios:
Publicar un comentario